Trece expedicionarios han respondido a la llamada de Banzaii Antártica ASM y han participado este domingo 27 de enero de 2013 en la subida al Moncayo, cima más elevada de las provincias de Soria y Zaragoza con sus 2.313 metros sobre el nivel del mar. También encontraréis 2.316.
Los expedicionarios han sido Alfonso, Raúl, Nacho, Luis Ángel, Cristina, Sergio, Elena, Marta, Álvaro, Laura, Noelia, Óscar y la ya casi mascota oficial Uni, que está dando gracias de poder contar a sus congéneres cómo le ha ido la caminata.
Hemos quedado a las 8.00 en la estación de autobuses de Soria. A las 9.00 hemos llegado a Cueva de Ágreda y a las 9.25 hemos empezado a andar. Hacía bueno. La primera hora ha transcurrido casi sin nieve. A partir de ese momento, coincidiendo con el inicio de la canal, ya estaba todo cubierto de blanco. La nieve estaba relativamente dura y no han sido necesarias las raquetas.
Seguía haciendo bueno, no mucho frío y no mucho viento. Sin embargo, una vez más, llegados a apenas 500 metros de la cima, increíbles rachas de fortísimo viento han hecho peligrosa la ascensión. Los primeros expedicionarios, entre ellos Uni, han conseguido llegar a la cima. Una de esas ráfagas ha estado a punto de mandar a la cachorra a la provincia de Zaragoza. Por suerte, excursionistas llegados del otro lado de la montaña han ayudado a evitar que sucediera nada grave. En nuestro lado no hemos visto a nadie en toda la mañana.
Eran las 12.30. El viento (¿100 kilómetros por hora? ¿120? ¿No existe una aplicación de móvil que lo calcule?) hacía muy complicado mantenerse normalmente en pie. A nuestras espaldas, las nubes hacían unos dibujos espectaculares sobre los parajes que rodean Cueva de Ágreda. Nos hemos vuelto y a las 14.30 estábamos en los coches.
Había gente con algo de prisa y hemos regresado a nuestro punto de partida, la ciudad de Soria. Ha sido una bonita e invernal jornada. Informaremos de las próximas.
Los expedicionarios han sido Alfonso, Raúl, Nacho, Luis Ángel, Cristina, Sergio, Elena, Marta, Álvaro, Laura, Noelia, Óscar y la ya casi mascota oficial Uni, que está dando gracias de poder contar a sus congéneres cómo le ha ido la caminata.
Hemos quedado a las 8.00 en la estación de autobuses de Soria. A las 9.00 hemos llegado a Cueva de Ágreda y a las 9.25 hemos empezado a andar. Hacía bueno. La primera hora ha transcurrido casi sin nieve. A partir de ese momento, coincidiendo con el inicio de la canal, ya estaba todo cubierto de blanco. La nieve estaba relativamente dura y no han sido necesarias las raquetas.
Seguía haciendo bueno, no mucho frío y no mucho viento. Sin embargo, una vez más, llegados a apenas 500 metros de la cima, increíbles rachas de fortísimo viento han hecho peligrosa la ascensión. Los primeros expedicionarios, entre ellos Uni, han conseguido llegar a la cima. Una de esas ráfagas ha estado a punto de mandar a la cachorra a la provincia de Zaragoza. Por suerte, excursionistas llegados del otro lado de la montaña han ayudado a evitar que sucediera nada grave. En nuestro lado no hemos visto a nadie en toda la mañana.
Eran las 12.30. El viento (¿100 kilómetros por hora? ¿120? ¿No existe una aplicación de móvil que lo calcule?) hacía muy complicado mantenerse normalmente en pie. A nuestras espaldas, las nubes hacían unos dibujos espectaculares sobre los parajes que rodean Cueva de Ágreda. Nos hemos vuelto y a las 14.30 estábamos en los coches.
Había gente con algo de prisa y hemos regresado a nuestro punto de partida, la ciudad de Soria. Ha sido una bonita e invernal jornada. Informaremos de las próximas.
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